Cuando la columna cervical sufre un mecanismo de flexión y extensión brusca que ocasiona la lesión de los ligamentos y los músculos de la región.
Este tipo de lesiones se producen, muy frecuentemente, en accidentes automovilísticos, pero también se observa en caídas desde altura, accidentes deportivos, golpes de puño o sacudidas.
Se le conoce como “latigazo” debido a que la cabeza al ir hacia delante (flexión) y luego hacia atrás (extensión) reproduce verdaderamente un efecto de látigo. Esto puede llegar a ser muy doloroso y de difícil tratamiento.
Los síntomas pueden aparecer inmediatamente o desencadenarse semanas o meses después. Estos pueden ser:
•Dolor de nuca
•Dolor de hombros
•Contractura o debilidad muscular del cuello
•Entumecimiento o debilidad parcial de la pierna.
•Quemazón u hormigueos.
El “latigazo” puede pasar inadvertido en un principio y desencadenar lesiones varios años después con dolores de tipo degenerativo (artrosis) y artríticos (inflamación de las articulaciones y del hueso).
La columna cervical está formada por 7 vértebras que comienzan en la base del cráneo y terminan con la primera vértebra torácica o dorsal, estas vértebras están unidas entre si por un gran número de ligamentos, 32 músculos y por los discos intervertebrales que son los encargados de absorber las presiones.
De la zona cervical emergen 8 raíces que son las que se encargan de formar la inervación (sensibilidad y movimiento) de los miembros superiores. Esta zona de la columna es la de mayor movilidad, 90° hacia delante, 90° hacia atrás y 180° de rotación hacia los lados y 120° de lateralización hacia ambos hombros; también soporta el peso de la cabeza que es de aproximadamente 7 kilogramos. Estos datos ayudan a entender por qué la columna cervical es tan susceptible al dolor y a las lesiones.
Cuando usted visite a su médico por una lesión de “latigazo” cervical se realizarán algunos exámenes para determinar el grado de afectación de las diferentes zonas de la anatomía que ya describimos anteriormente (Un poco de anatomía…)
Estos incluyen la evaluación clínica, alguna serie de radiografías que evaluará su médico según lo que encuentre en el examen y de ser necesario estudios de mayor complejidad como ser tomografía axial computada (TAC) o resonancia nuclear magnética (RNM).
Es muy importante tener en cuenta que por mas leve que sea el accidente, no se necesita un gran impacto para lesionar estructuras de su columna vertebral y por lo tanto es mejor dejar la evaluación para un especialista en el tema.
La mayoría de los pacientes que sufren un “latigazo” cervical se recuperan completamente antes de los tres meses de tratamiento, aunque en algunos casos los dolores de cabeza (cefaleas) y de nuca continúan un tiempo prolongado
El primer tratamiento es la colocación de un collar cervical que puede ser blando (tipo Schanz) o semirígido (tipo Filadelfia) que se debe mantener durante 2 o 3 semanas, este dispositivo sostiene la cabeza, limita los movimientos y permite que los músculos y ligamentos descansen y se curen. Generalmente este tipo de tratamiento se acompaña de analgésicos y/o miorrelajantes (relajantes musculares).
Luego del período de inmovilización es importante comenzar con el tratamiento de rehabilitación que consta de quinesioterapia, masajes y ejercicios de fortalecimiento muscular para recuperar el rango de movimiento y la fuerza.
Difícilmente un “latigazo” cervical requiera tratamiento quirúrgico, pero en algunos casos en los que aparecen alteraciones de la fuerza y la sensibilidad de los brazos y se constata una lesión de los componentes anatómicos ya mencionados (Un poco de anatomía…) se puede necesitar una intervención para solucionarlo.
Dependiendo del tipo de lesión son las opciones terapéuticas, en caso de una alteración de los discos intervertebrales, que ocasione una compresión de una raíz nerviosa, se puede efectuar la resección de este disco (llamada disectomía) y dependiendo del grado de inestabilidad de la región puede requerir el agregado de tornillos o placas especiales para la columna vertebral.
